Toy Story 4

En una palabra Emocional.

Debo admitir que para mí, Toy Story concluye en el episodio numero 2, una tercera película llena de crisis existencial mi ser, al ver que en efecto incluso mis personajes animados también afronta la vejez, muy triste muchas despedidas.

Esta cuarta entrega supuse que iría por esa línea, llenarme de pensamientos serios sobre el curso de la vida y emociones fuertes con altibajos, me alegra haberme equivocado; este film fue sublime un besito en el cachete y sigue adelante.

Aquí pasamos por diferentes emociones, con un guion bien estructurado, pero muchos errores de seguimiento, empezando porque “Bo” nunca fue una lámpara y era de plástico, no tenía ese vestuario, no siguieron la línea de los Toy Story toons ni mucho menos el tiempo real en contraste con la película número 3.

Woody como de costumbre pasa a ser la estrella de la película, cumple con expresar y manejar en una mano tu felicidad y tu tristeza, en esta oportunidad va acompañado y en un solo movimiento, con “el nuevo” Forky, personaje icónico y uno de los que más sonrisas me saco, junto con por supuesto el conejo y el pollito.

Los gráficos son aún más reales que mis propios movimientos, las voces bien escogidas (pero siempre voy a reprochar el cambio de voz de Woody) y la musicalización quedo en cada punto magistral.

En este film juntaron todos los demás personajes en uno solo que acompañaron a los principales con puntos clave en cada intervención.

Que Woody no sea el favorito me  trastoca, empezando porque la explicación no es lógica, puesto que es al único que deja por fuera, y que sea tan fácil separar a Woody de su manada no me gusta. Para los niños es una película ideal, que te enseña mucho y que no baja el ánimo.

Una de mis partes top de películas es “la voz interior” de Buzz, los planes de unicornio y Forky en todo su ser.

Recomendada 100%, corta y esplendida.